Charles H. Spurgeon
No me avergüenzo de la denominación a la cual pertenezco, salida directa de los lomos de Cristo, sin nunca haber pasado a través de las turbias aguas del romanismo, y teniendo un origen separado del protestantismo, porque existíamos mucho antes de toda secta…” C.H.S., New Park Street Pulpit, vol. 16, 1860, Pasadena, TX., Pilgrim Publ.., p.66).
“Creemos que los bautistas son
los cristianos originales. No comenzamos nuestra existencia en la reforma,
éramos reformadores mucho antes del nacimiento de Lutero o Calvino. Nunca
salimos de la iglesia de Roma, porque nunca estuvimos en ella, sino que tenemos
una existencia continua hasta los apóstoles mismos. Hemos existido desde los
tiempos de Cristo…”. (C. H. S., Metropolitan Tabernacle Pulpit, Vol. 7, 1861,
Pasadena, TX, Pilgrim Publ., p. 225).
“… somos la iglesia apostólica
que nunca ha doblado la rodilla ante príncipes, conocidos por todos los
hombres, en todas las edades, bajo diferentes nombres, tales como Donatistas,
Novacianos, Paulicianos, Petrobrusianos, Cátaros, Arnoldistas, Husitas,
Valdenses, Lombardos, y Anabautistas; y siempre hemos contendido por la pureza
de la iglesia, su distintivo y la separación de los gobiernos humanos. Nuestro padres…
presentes hoy, por medio de sus hijos, prueban una línea ininterrumpida que
viene legítimamente de los apóstoles, no por el filtro de Roma, ni de la
manipulación de prelados, sino por vida divina…” (C.H.S., ibid., Vol. 7, p.
613).
“Mucho antes que los reformadores
fueran conocidos, estos abominables anabautistas, como eran injustamente
llamados, protestaban por un Señor, una fe, y un bautismo” (C.H.S., ibid., Vol.
27, p. 249).
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