"... he aquí un ángel del Señor le apareció en sueños y le dijo: José, hijo de David, no temas recibir a María tu mujer, porque lo que en ella es engendrado, del Espíritu Santo es.
Y dará a luz un hijo, y llamarás su nombre JESÚS, porque él salvará a su pueblo de sus pecados"
Mateo 1: 20 y 21.
Hay aquí dos cosas muy importantes que debemos tener en cuenta:
1. JESÚS fue engendrado por el Espíritu Santo. Es decir que a pesar de que tuvo un padre terrenal llamado José, éste no llegó a ser su padre biológico.
Dios en su sabiduría quizo que así fuese, así Jesús llegaría a poseer la naturaleza divina que recibió de parte del Espíritu Santo. Y es que necesitaba de esta naturaleza para demostrar su amor a los hombres, para conocer su corazón, para suplir sus necesidades, para entender y comprender su dolor, para perdonar sus pecados y, finalmente para entregar su vida por ellos su vida.
2. El nombre JESÚS significa Salvación. Y es que ningún ser humano podría cumplir ese requisito de salvar al hombre, solo Jesús pudo haberlo hecho, pues no sólo se despojó de su naturaleza Divina, y fue engendrado por el Epíritu Santo, sino que tomó la forma de hombre y vino a este mundo sin la maldición del pecado (porque si bien es cierto María llevaba en su ser la naturaleza
pecaminosa, Dios tuvo a bien utilizar su "vientre" para que allí se
formase y desde allí naciese nuestro salvador).El hombre a sí mismo no podía salvarse , ni siquiera otro hombre podría habernos salvado.
Es por eso que el autor de Hechos afirma categóricamente y con toda seguridad "Y en ningún otro hay salvación; porque no hay otro nombre bajo el cielo, dado a los hombres, en que podamos ser salvos" Hechos 4:12.
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